“Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. (Mateo 19:14 NVI)
Muchas veces cuando tenemos que enseñarle la Palabra de Dios a los niños olvidamos este pasaje y buscamos métodos o fórmulas que no son efectivas. De hecho, en este versículo Jesús nos enseña que la manera correcta de aprender las grandes verdades del Reino: siendo como niños.
Es muy interesante notar que Jesús nunca le pide a los niños que sean o hagan algo diferente a lo que ellos son: niños. Sin embargo en más de una ocasión si nos pide a nosotros que seamos como ellos.
La fe de un niño es pura, al igual que su corazón y su imaginación. Un niño jamás se preocupa por las deudas, por los problemas del mundo, por el sustento diario o por nada parecido, porque entiende lo que significa la paternidad, es decir, entiende la naturaleza de Dios.
Esta pureza les permite acercarse de una manera más real y genuina a las grandes verdades y estar siempre en la mejor disposición para conectarse con Dios y su Palabra.
Quiero motivarte para que siempre que quieras enseñarle sobre la Biblia a los más pequeños lo hagas desde la inocencia, la creatividad, la imaginación y que sobre todo, te des la oportunidad no solo de “enseñarles” sino de aprender “con ellos” y “como ellos”.
Para hoy quiero dejarte 3 tips muy sencillos que te ayudarán a conectar a los niños con la Palabra:
Una conexión genuina con el niño sucede cuando tu interés por su mundo es real. Si te das la oportunidad de jugar y divertirte con ellos, encontrarás en cada juego la oportunidad de sembrar valiosas semillas.
¡Encuentra en la sección de blogs actividades muy sencillas que te ayudarán a que tu hijo se conecte con la Palabra de Dios!
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